martes, 18 de agosto de 2015



POLVO DE ESTRELLAS
MI SABOR SERÍA LO ÚNICO que pronto querrías sentir. Lo supe a pesar de que tus manos primerizas temblaban y temblaban. Y no me equivocaba contigo porque tras un corto tiempo de buenas ventajas, me quedé a vivir en tu pieza para ayudarte en penas y alegrías, e incluso en esas noches terribles en que no podías dormir estudiando para tus exámenes.
Tus padres te escribían cartas que yo no dejaba que leyeras, es que no quería compartirte. Tu lugar estaba junto al mí y yo te quería sólo para mí, aunque disfrutaba de las añoranza que sentías de tu terruño cuando alcanzabas a leerlas, porque cuando te afloraban te aferrabas tanto a mí que yo no podía sino desear siempre que cosas malas te ocurrieran. Es algo que reconozco.

Me fui poniendo más absorbente, también lo reconozco, pero así somos nosotras, no podemos evitarlo, así que no te permitía ir a clases, no quería que me dejas sola, y ya no te juntabas tampoco con tus compañeros porque te dabas cuenta de que eso me molestaba. En compensación te permitía la compañía de esos amigos verdaderos, ésos que tuvieron el buen tino de presentarnos, gente buena, camaradas.
Por desgracia empezaste a palidecer. No fue mi culpa. Es que no te alimentabas y así débil, cualquier cosa te distraía. Yo te seguía queriendo porque me daba cuenta de que eso te pasaba por la devoción que sentías por mí y eso es algo que te agradezco. Desafortunadamente en un descuido me olvidaste donde una mojigata que se lo contó a tus viejos. Malditos entrometidos. Vinieron desde el norte y yo me vi, espectadora de una escena decadente donde tu madre lloriqueaba y tu padre te pedía a gritos que le explicaras nuestro amor, como si en el amor cupieran explicaciones.
Te sacaron de ese hogar que construimos, te internaron en un lugar terrible donde pretenderían quebrarnos el amor.
Ha pasado tanto tiempo y nada he sabido de ti. No importa. Mi esperanza es que algún día te rindas. Te prometo que entonces estaré lista para darte de todo lo que desees y necesites, porque sé que tu cuerpo me pide y me pide, y me continuará pidiendo, porque para eso eres mío y serás mío para siempre.
MARTÍN FAUNES AMIGO

2 comentarios:

  1. Martin: quiero felicitarte ya que encuentro en este relato la descripción "amorosamente perfecta" que se genera entre ambos.
    Gracias por compartirlo!!!

    ResponderEliminar
  2. Bueno, la llamada "Falopa", es una novia absorvente y extremadamente celosa.

    ResponderEliminar